Una simple silla de cocina puede hacer perfectamente las funciones de trono bondage. Para que nos sirva, a la silla sólo se le exigen dos requisitos: que tenga las patas rectas y que tenga un respaldo. Si la silla resulta muy incómoda para practicar vuestros juegos bondage, podéis utilizar unos cojines.
Te daremos a continuación cuatro indicaciones básicas para que puedas enlazar fuertemente las piernas de tu pareja, ligeramente separadas, a vuestro trono.
La cuerda que utilizaremos para este ejercicio serán dos trozos de unos diez metros de longitud y unos seis milímetros de grosor.
- Para realizar este nudo coge la cuerda por uno de los extremos y realiza un recodo alrededor de la pantorrilla. Una vez hecho ese recodo, haz que el extremo largo de la cuerda pase por el interior de la bahía. Cuando lo haga, mete el extremo corto de la cuerda hacia abajo, por debajo del tramo de la misma que rodea la pantorrilla. Debes hacerlo tal y como se muestra en la figura.
- Coge el extremo corto de la cuerda y llévalo desde la parte delantera de la bahía hacia atrás. Tira entonces firmemente de él para crear el nudo deseado. Coloca ahora el extremo corto de la cuerda retirado del recorrido de la misma.
- Envuelve el extremo largo de la cuerda alrededor de la parte delantera de la pierna. Haciéndolo de ese modo, la cuerda quedará floja detrás de la pierna.
- Crea un bucle en la parte trasera de la pata de la silla haciendo pasar toda la soga por encima de la banda inferior de las dos que se han creado en el nudo anterior y aprieta para crear un enganche.
- Sigue realizando el mismo movimiento de la cuerda alrededor de la pierna y hasta el tobillo de tu pareja. Aprieta la cuerda en cada vuelta para evitar que los diferentes bucles se vayan deslizando.
- Al realizar el último bucle, tira de la cuerda a través de la última mitad del mismo, tal y como se observa en la imagen.
- Mantén el lazo abierto con una sola mano y el final de la cuerda alrededor de la parte delantera del bucle. Llévalo desde la parte delantera a la trasera y tira firmemente para fijarlo. Ahí tienes la pierna de tu pareja atada a la pata de la silla. Te haremos a continuación una propuesta por si tu deseo es atar las dos piernas a la silla junto a sus muñecas.
Aprendido este nudo, quizás te plantees nuevos retos. Por ejemplo: atar los brazos y los piernas de tu pareja a esa silla de cocina que habéis convertido en magnífico trono bondage. En próximos posts de esta misma página se te dará las claves para realizar ese tipo de atadura bondage. Ejercítate, mientras tanto, en este que acabamos de proponerte. Puede proporcionarte muchos momentos de placer.