Hay tres tipos de instrumentos que son muy apropiados a la hora de practicar el sado. El látigo es uno de los elementos imprescindibles del sadomasoquismo. Pero no hay que olvidar que cuerdas y pinchos de bambú también pueden ofrecer muchas posibilidades de utilización y juego. Tener claro su uso y conocer cómo deben utilizarse es imprescindible para que la escena se desarrolle de manera adecuada y sin sorpresas desagradables.
El uso del látigo
El uso de cualquier látigo o instrumento sobre el pene o los testículos de alguien requiere, no hace falta imaginarlo, mucho cuidado. Además de entender que polla y cojones son partes del cuerpo muy sensibles, hay que entender que el umbral del dolor de cada persona se encuentra en un lugar distinto. Lo que para una persona es placentero, para otra puede resultar extremadamente doloroso.
Los flagelos, con sus colas de goma fina, pueden realizar una grave picadura. Por eso te recomendamos que empieces a usarlos de manera suave. Un buen indicador puede ser tu propia mano. Sujeta con ella los genitales de tu socio y, con ellos en la mano, golpea con el flagelo. Si tu mano te envía un mensaje de dolor excesivo, ten por seguro que ese dolor, incrementado, es el que están sintiendo esa polla y esos huevos que gustosamente sostienes en tu mano. Así obtendrás una idea muy clara de la intensidad del impacto y del dolor generado por el mismo. Así, también, podrás desarrollar una conciencia muy clara de cómo debes usar tus herramientas para producir el efecto deseado.
Más allá de saber el efecto que produce, debes entrenarte para golpear o azotar con los distintos tipos de látigos o flagelos que vayas a utilizar en tu escena sadomasoquista. Piensa que sólo las puntas de las colas del flagelo deben golpear sobre la carne del sumiso y que lo importante es que esas puntas golpeen exactamente en el punto que deseas golpear. Es en ese punto en el que debes concentrar la acción de tu flagelo. Impedir que golpee otras cosas o partes corporales al flagelar que no son su objetivo es fundamental no sólo por cuestiones de seguridad, sino también por la necesidad de concentrar el efecto de su acción.
Para conseguir esa puntería al azotar es imprescindible un poco de entrenamiento. Para practicar, puedes servirte de alguna almohada en la que, de alguna manera, señales el punto en el que debes golpear. Nada mejor que la práctica para adquirir una habilidad. Cuanto más practiques con la almohada, menos dudas tendrás a la hora de utilizar tu flagelo sobre tu esclavo sexual o esclava.
El uso de la cuerda, la polea y el pincho de bambú
Lo primero que tienes que tener en cuenta a la hora de utilizar una cuerda que vaya a servir para atar o para tener contacto de algún modo con los genitales es el grosor y, sobre todo, el material de que está hecha la cuerda. El yute particularmente es muy áspero y puede provocar abrasiones, por lo que no lo recomendamos. No debe resultar agradable tener los testículos o el pene rasguñados durante varios días por el uso de un material inadecuado durante una escena de bondage.
Las cuerdas delgadas, de superficie lisa, y fabricadas con nylon, son fácilmente localizables en tiendas de artículos deportivos y en almacenes de suministro marino. También las cuerdas de algodón serían muy apropiadas para este tipo de juegos.
En ellos, una cuerda demasiado gruesa no tiene demasiado sentido. Es importante que sea fina. Piensa que, con ella, debes atar, por ejemplo, la polla del sumiso. El uso de una cuerda más fina permitirá la mejor atadura del mismo (será más fácil envolver y atar) y, al mismo tiempo, garantizará una seguridad mayor, impidiendo que puedan realizarse heridas o abrasiones indeseadas.
Otra cosa que hay que tener en cuenta a la hora de escoger la cuerda que vamos a usar en nuestro juego bondage es saber la cantidad de peso que la cuerda va a tener que sujetar. En la mayor parte de los juegos bondage en los que participan cojones o pene no acostumbra a ponerse demasiado peso. No se trata de arrancar las pelotas por el efecto del peso. En cualquier caso, siempre hay que verificar la resistencia a la tensión que tenga la cuerda antes de usarla para jugar.
Las poleas y el trinquete requieren una experimentación previa. No se trata de experimentar con su funcionamiento durante el juego. Al juego tienes que llegar sabiendo exactamente cómo funcionan los instrumentos que vas a utilizar, cómo se deben pasar las cuerdas por ellos y cómo funciona la rosca.
Antes de empezar a jugar también debes asegurarte de tener los suficientes puntos de sujeción de ganchos y que esos puntos son suficientemente resistentes para sujetar no sólo el peso que vas a poner, sino el doble de él. En estos aspectos no hay que dejar espacio a la improvisación ni hay que dar por supuesto que los puntos de sujeción van a soportar ese peso. Hay que probarlo antes de jugar y estar seguro de su fiabilidad.
Los finos y flexibles pinchos de bambú pueden usarse de muchas maneras, pero son muy efectivos como instrumento para golpear la polla o los testículos. Una manera de utilizarlos es cogerlos por el extremo puntiagudo, firmemente, y acercarlos a la zona que quieres golpear. Cuando tienes el pincho de bambú colocado a unos seis milímetros de, por ejemplo, el prepucio del sumiso, utiliza la otra mano para doblar un poco el pincho hacia atrás. Cuando lo tengas doblado, déjalo escapar bruscamente para que impacte sobre ese capullo que espera su tortura.
Otro modo de utilizar el pincho de bambú es golpear con él como si se tratara de una baqueta de batería. En todo momento debes tener presente que es muy importante que evites golpear con la punta afilada del palillo, pues estas puntas están muy afiladas y puede resultar peligroso golpear con ellas.
Hay que ser consciente de que, en ocasiones, el pincho de bambú puede resultar muy duro y, en ocasiones, ligeramente astilloso. Para evitar que alguna pequeña astilla quede sobre la sensible piel genital del socio de juegos y acabe lesionándole, procura pasar suavemente sobre esa piel una toallita de papel de una o dos capas o un trozo de paño ligeramente rugoso. El tejido de los tejanos es bueno para esto.