Un ritual BDSM
De entre todas las tradiciones y ceremonias propias del mundo BDSM, una de las más llamativas y simbólicas es la ceremonia de unión que se conoce como ceremonia de las rosas. La ceremonia de las rosas es la ceremonia escogida por todos aquellos amantes del BDSM que quieren simbolizar de alguna manera su deseo de permanecer juntos durante el resto de sus vidas. También es una ceremonia muy apreciada por aquellas parejas que han superado una crisis que ha puesto en peligro su relación.
La ceremonia de las rosas acepta tantas variantes y toques especiales como quiera introducir en ella la pareja que la celebre. Sólo una cosa permanece siempre inalterable: el hecho de que sea obligatoriamente una ceremonia privada a la que sólo asiste la pareja y, como mucho, uno o dos allegados.
Para iniciar la ceremonia de las rosas es necesario que la sumisa lleve en sus manos un capullo de rosa blanca. La sumisa debe ir vestida con un sencillo vestido y llevar puesto el collar que la identifica como tal. El Amo, por su parte, inicia la ceremonia llevando en sus manos una rosa roja. En el caso del Amo, la rosa debe estar completamente abierta. Las dos rosas, la del Amo y la de la sumisa, la roja y la blanca, deben ser rosas recién cortadas y poseer gran parte de su pedúnculo. Éste, no hace falta decirlo, debe conservar sus espinas.
Para realizar la ceremonia de las rosas es necesario también, aparte de las rosas, una cadena, no muy gruesa, de entre dos y tres metros de longitud, y algunas velas y quemadores.
Pasos de la ceremonia de las rosas
Una vez todo dispuesto, Amo y sumisa deben permanecer frente a frente. Los invitados y amigos, mientras tanto, deben permanecer en un segundo plano contemplando cómo el Amo, sin soltar su rosa roja, quita el collar a su sumisa, lo pasa rápidamente por el fuego (este fuego puede estar en un quemador o ser la llama de una vela) y vuelve a colocárselo a la sumisa. Al abrochárselo, el Amo debe declarar solemnemente que la protegerá y guiará eternamente.
Hecho esto, y sirviéndose de una espina de su rosa roja, el Amo pinchará a la sumisa en el dedo corazón para que éste sangre. Cuando lo haga, la sumisa dejará caer dos gotas de su sangre sobre su rosa blanca.
A continuación, la sumisa ofrece las espinas de su rosa a su Amo para que éste se pinche su propio dedo. Cuando aparezca la sangre, el Amo dejará caer dos gotas de su sangre sobre la rosa de su sumisa. Una de esas gotas puede caer en cualquier lugar de la rosa. La otra deberá caer sobre las gotas de sangre de su sumisa. Tras ello, Amo y sumisa unen sus dedos y hacen sus votos de unión.
La continuación de la ceremonia de las rosas exige la participación de los invitados o testigos. Ellos serán los que cojan en ese momento la cadena y, tras pasarla rápidamente por las llamas, envuelven con ella a la pareja. Envueltos por la cadena, Amo y sumisa vuelven a proclamar sus votos de unión y declaran que sus almas estarán unidas por toda la eternidad. Una vez hecho esto, Amo y sumisa unen sus rosas y dejan que los pétalos de una y otra se mezclen y que la sangre de la rosa blanca tinte también a la roja.
La ceremonia de las rosas continúa cuando la pareja se quita la cadena y la envuelve en una tela y cuando las rosas se depositan en un jarrón. Este jarrón, con las rosas, será colocado posteriormente en el dormitorio de la pareja. Puesto allí, servirá para simbolizar el compromiso de la pareja y, al mismo tiempo, para ser testigo del momento en que Amo y sumisa unan sus cuerpos.
Pasada la noche de amor, la pareja deshojará los pétalos de las rosas, los colocarán en algún recipiente especial y simbólico y los guardarán durante toda la vida. La cadena, por su parte, la heredará algún amigo de la pareja o algún familiar que tenga intención de utilizarla en su propia ceremonia de las rosas.
Simbolismo de la ceremonia de las rosas
Todos los pasos de la ceremonia de las rosas tienen una significación simbólica. Esos simbolismos encerrados en cada paso de la ceremonia de las rosas son los siguientes:
- El capullo de rosa blanca simboliza la sumisión, la pureza de la entrega. El hecho de que sea un capullo simboliza el hecho de que la sumisa siempre podrá abrirse un poco más a su Amo, siempre podrá entregarse un poco más.
- La rosa roja casi completamente abierta significa la dominación. El rojo es el color de la pasión y al Amo le apasiona dominar. El hecho de que la rosa roja de la ceremonia de las rosas esté abierta simboliza la madurez del Amo y su capacidad para ejercer de manera sabia y responsable dicha dominación.
- El paso del collar por las llamas simboliza una especie de limpieza de las impurezas que pudieran afectar a la relación.
- Al pinchar el dedo de la sumisa se simboliza la toma de su virginidad y la entrega total de la sumisa.
- Al pinchar el Amo su propio dedo, éste expresa su compromiso a la hora de proteger y de defender a su propiedad (la sumisa).
- La mezcla de las gotas de sangre simboliza la unión entre Amo y sumisa.
- Al mezclar los pétalos, los miembros de la pareja simbolizan cómo mezclan sus vidas. Cuando uno de ellos muera, unos cuantos pétalos conservados de esta ceremonia de las rosas se colocarán sobre ellos para, así, simbolizar un lazo que se extenderá más allá de la muerte.
- El simbolismo de la cadena, finalmente, tiene mucho que ver con el concepto de unión. Los eslabones se unen unos a otros simbolizando cómo todos los acontecimientos vividos juntos (cada uno de esos eslabones sería un acontecimiento) se engarzan unos a otros para, juntos, simbolizar ese concepto de unión que, en la ceremonia de las rosas, se refuerza cuando Amo y sumisa son envueltos por la cadena. Esta cadena, como se ha apuntado antes, será heredada, como obsequio, por alguna persona cercana a la pareja, y no tendrá otra función que la de servir para otra ceremonia de las rosas.