¿Has asumido ya tu lado kinky? ¿Te sientes cómodo con tu descubrimiento? Si es así, ya puedes comenzar a imaginarte como protagonista estelar de algunas de las escenas que has leído en algún libro o visto en alguna película. Quizás te atrae ser un esclavo sexual de tu pareja. Tal vez deseas jugar a que golpeas a tu pareja. Pero sabes que, para llegar a hacer eso realidad, hablar con la pareja es fundamental. En el fondo, sabes que ése, el del diálogo, es el único camino posible si quieres que se hagan realidad esos sueños.
La comunicación es un componente fundamental de la vida sexual. Si quieres algo, si quieres practicar BDSM, debes decir a tu pareja qué es exactamente lo que quieres. Se puede hacer de varias maneras. Finalmente, será tu estilo y tu carácter quienes determinen la manera de hacerlo.
Comunicación con la pareja
Lo mejor, en cualquier caso, es ser directo y claro. Si algo de positivo tiene Cincuenta sombras de Grey es el servir de llave de apertura de una conversación. Un libro es una gran manera de iniciar una conversación, una excusa para arrancar un tema. Decir “he leído este libro y he visto que hay algunas cosas que me gustaría probar contigo” es una buena manera de abrir una brecha por la que introducir el tema que nos interesa.
Si quieres, puedes servirte de cualquier escena erótica descrita en el libro para comentar a tu pareja que te gustaría (mucho) hacer eso que Christian Grey hace con Anastasia. Puede ser que, al describírselo, notes un cierto rechazo por su parte. Deberás, entonces, buscar otros caminos.
Quizás una buena manera sea la escritura, especialmente si te avergüenza hablar con tu pareja de estos temas. Las notas son, hoy en día, una rareza. Por eso, precisamente, pueden resultar efectivas. Puedes utilizar en ellas un enfoque directo. La ventaja de la nota es que no exige una respuesta inmediata. Da tiempo a la meditación. A digerir la información. A pensar una respuesta. En lo que le has escrito está recogido lo que deseas hacer.
Si no estás seguro de cómo expresar tus deseos, puedes servirte de algún fragmento que, en el libro, te motive especialmente. Una fotocopia con párrafos señalados o subrayados en color también pueden servir. Si llevan notas a pie de página de tu puño y letra, la intencionalidad puede ser mucho más clara y el efecto mayor. Por ejemplo: “atar para follar a cuatro patas” podría ser una nota al margen muy elocuente y significativa para hablar de tus deseos.
El chat erótico es uno de los medios que más ayudan a la desinhibición. A diferencia del correo electrónico, el chat permite un tiempo real de diálogo. La instantaneidad del chat permite un calentamiento mutuo entre los comunicantes que ayuda mucho a la hora de ir un poquito más allá. La valentía aumenta. Y se puede iniciar un debate que, más tarde, se puede continuar en persona.
De juguetes, películas y otras excusas
Otra manera de introducir el tema de la práctica del BDSM entre las prácticas sexuales de la pareja es ir de compras, acercarse al sex shop y comprar una serie de juguetes sexuales para juegos de rol de dominio y sumisión. Quizás no sea necesario llevar alguno de estos juguetes a casa. Quizás baste con señalarlos para iniciar una conversación que, quién sabe, quizás abran las puertas de una nueva aventura erótica.
Otra opción es ver una película para adultos. Historia de O, por ejemplo, película dirigida por Just Jaeckin, autor, también, de la afamada Emmanuele, puede ser una buena opción. Rodada a mediados de los años 70, Historia de O muestra diferentes rituales sadomasoquistas y puede convertirse en una fantástica enciclopedia visual en la que encontrar diversas actividades que, por un motivo u otro, desees llevar a la práctica. La información que te proporciona esa película puede servirte para empezar a hablar de lo que deseas hablar con tu pareja.
Junto a Historia de O, otras películas BDSM o sadomasoquistas como pueden ser La Venus de las pieles (Roman Polanski), SM-Rechter (Erik Lamens), 24/7 The Passion of Life (Roland Reber), Beyond Vanilla (Claes Lilja) o La Secretaria (Steven Shainberg) pueden servirte también para romper el hielo.
Si lo consigues romper, hay que tener a mano un buen manojo de respuestas, porque es probable que tu pareja tenga unas cuantas preguntas que hacer. Debes saber cómo romper los mitos, cómo hacerle ver que los estereotipos sobre el BDSM son sólo eso: estereotipos. Debes saber, en definitiva, aclarar sus dudas y hacerle ver que hay mucha información errónea sobre las prácticas sexuales del BDSM.
El sexo es algo muy íntimo. Está muy ligado a nuestro sentido del yo. Es una de las actividades humanas que nos pueden hacer sentir más vulnerables. Es difícil, especialmente cuando se mantiene una larga relación, explicar que se tienen nuevos deseos que no tienen nada que ver con lo ya vivido. Es importante hacer ver que los nuevos intereses sexuales no tienen nada que ver con un cambio de sentimientos. Haz hincapié en el hecho de que la fantasía erótica te excita y que te motiva mucho compartir precisamente con tu pareja esa excitación.
Si eres tú quien recibe la propuesta, no te cierres en banda. No contestes a bote pronto. Escucha, haz preguntas, digiere la información, y tómate el tiempo que necesites para contestar. La conversación sobre las mutuas fantasías sexuales puede generar nuevas aventuras eróticas y puede acercaros más. Y eso siempre es bueno.