Puede ser que en apariencia el fetiche de los perros y cachorros ofrezca menos posibilidades y complejidades refinadas que el fetiche, por ejemplo, del pony, pero no hay que dejarse vencer por las apariencias. Es verdad que en este fetiche no aparecen bridas ni sillas de montar ni orejeras ni cascos ni nada por el estilo. Pero, ¿has pensado alguna vez todo lo que puedes tener cuando tienes un perro? Piensa en juguetes, huesos, golosinas… ¿Has pensado en la maravilla de una caseta en la que meter a tu “perrito” o en la que meterte tú para que tu dueña te reclame y mime?
El equipo del fetichista de los perros y los cachorros es fácilmente asequible. Se puede conseguir en cualquier tienda de mascotas. Los platos en los que poner el agua y la comida, las cadenas, correas, collares, mantas, camas, perreras, utensilios de limpieza y aseo, cajas de viaje…
Sin duda, muchos de esos utensilios pueden servir para representar una maravillosa escena BDSM. Puedes vestir a tu perrito con todo lo que desees. Quizás te baste colocarle un bozal y unas orejas postizas. Quizás desees verlo enfundado en un disfraz de piel. Ciertamente, los instrumentos de los que hemos hablado no resultan en exceso caros y pueden ser de mucha utilidad para los juegos S/M.
¿Has pensado ya qué tipo de perro te gustaría ser? ¿Y a tu pareja? Quizás quieras ser uno de esos perros agresivos que deben ser domesticados con inteligencia y tacto. ¿Crees que un pit bull, un dogo argentino o un rottweiler es el perro en el que quieres convertirte o convertir a tu pareja? O, por el contrario, ¿prefieres que ella o tú seáis uno de esos perritos pequeños de compañía, algo así como un bichón, un caniche, un chihuahua o un fox terrier? Dependiendo del tipo de perro que elijáis, así será el juego que tendréis que representar. A los primeros les cuadra la mordaza, el bozal, el látigo y la correa. A los segundo, seguramente, un bote de mermelada y unas piernas abiertas.
El perro que elijas o elijáis ser puede ser orgulloso, remilgado, dulce, áspero, alegre, impetuoso, pachón, nervioso… El carácter que le corresponda al perro que se elija para el juego fetish determinará, también, el desarrollo del mismo. Perro de trabajo o de guardia, perro guía, perro pastor… Cada uno de ellos irá asociado a un tipo de fantasía erótica.
Las personas que interactúan con los perros podrían ser sus dueños, un amigo del propietario, un domador de perros… En el juego, lo normal es que el perro necesite ser educado. Una serie de órdenes básicas pueden servir para ser utilizadas en la escena fetiche. También pueden ser alimentados, cuidados, lavados, se puede jugar con ellos…. Son muchas las opciones de actividad que el fetiche del perro o la mascota ofrecen al fetichista que sabe disfrutar de ellas.
Pese a esa gran variedad de opciones de juego, no son muchas las organizaciones que organizan y convocan eventos fetish focalizados en el fetichismo del perro. Aun así, este tipo de fetichismo es muy bien recibido en cualquier tipo de evento fetichista.