Un juguete natural para el BDSM
Nunca hay que despreciar lo que la Naturaleza nos ofrece. Tampoco en la práctica del sadomasoquismo. Ya hemos hablado, en algún post, de las posibilidades que la varita de abedul puede proporcionar al juego BDSM. En esta ocasión vamos hablar de las que nos ofrece una planta de la familia de las zingiberáceas. Estamos hablando del jengibre y, en particular, de su raíz.
La raíz del jengibre como instrumento para el juego BDSM empezó a utilizarse, al parecer, en la época victoriana. Fue durante esos años de severas y estrictas costumbres (costumbres que, por otro lado, eran burladas una y otra vez mediante el mantenimiento de una doble moral) cuando en algunos centros educativos se empezó a emplear la técnica del figging como complemento del “caning”, esto es, del azote con una vara. El “caning” era el principal sistema de castigo empleado con los díscolos y, especialmente, con las díscolas, y la raíz del jengibre vino a introducir un punto más picante y doloroso al castigo que se infligía a las jóvenes merecedoras del castigo.
Para intensificar los efectos del “caning”, se introducía la raíz de jengibre en el ano de la persona castigada. Ésta, al no poder cerrar las piernas (todo lo que fuera cerrarlas le produciría un molesto escozor), sentía como el golpe de la vara se volvía más doloroso.
De ese pasado ciertamente tenebroso el mundo BDSM ha heredado esta práctica, el figging, que ofrece muchas posibilidades de disfrute a quien, consensualmente y con plena conciencia, la elige para incorporarla a sus juegos sadomasoquistas.
La técnica del figging
Como sucede con toda técnica BDSM, también en la práctica del figging importa por encima de todo el poseer la preparación adecuada para realizarla correctamente. A continuación vamos a proporcionaros algunos consejos para que podéis preparar vuestra propia sesión de sexo en la que el figging juegue un papel destacado.
El primero de ellos es que la raíz de jengibre se compre en aquellos lugares en que se pueda comprar entera, es decir, sin que haya sido precortada. La raíz entera de jengibre tiene, aproximadamente, la forma de una mano. Esa raíz entera es la que nos interesa para poder cortarla a nuestro antojo e interés.
La mejor manera de cortar la raíz de jengibre es hacerlo cortando unos de sus “dedos” hasta la base misma de esa mano a la que la raíz se asemeja. Buscar una raíz grande es fundamental para que ese dedo mida más de 12 cm. Una vez haya sido cortada la raíz de jengibre, el “dedo” que vamos a utilizar para nuestro juego debe ser pelado. Para pelarlo hay que quitarle la piel marrón que lo recubre sirviéndose de una navaja o de un cuchillo.
Para dejar el “dedo” de jengibre limpio utiliza agua fría. Una vez esté limpio, sin restos de piel, talla una concavidad alrededor del “dedo”. Esta concavidad, de unos 12 mm de profundidad y realizada a unos 2/3 del extremo, debe servir como mecanismo de retención. Seguro que alguna vez has contemplado un plug anal. Como habrás podido comprobar, está diseñado para evitar que pueda introducirse completamente en el ano. En cierto modo, lo que estás realizando con esta tarea de tallado es tallar un plug de jengibre.
Una vez tallado, vuélvelo a lavar, mójalo convenientemente y, tras haber estimulado el ano de tu sumiso o sumisa y haber conseguido que éste se relajara, introdúcelo dentro de él hasta que el anillo tallado actúe como tope.
Una vez dentro del ano del sumiso o sumisa, el jengibre comenzará a realizar su mágico efecto. Las reacciones de la persona dependerán de su propia sensibilidad. Algunas sentirán un dolor insoportable, lo que obligará a extraer el “dedo” de jengibre del ano sin dilación. Para otras, el figging se convertirá en una práctica especialmente placentera y deseable. En el caso de que sea así, apretar las nalgas del sumiso o sumisa puede servir para aumentar las sensaciones experimentadas.
¿Cuánto dura el efecto del jengibre? Aproximadamente 20 minutos. Una vez haya transcurrido ese tiempo, y siempre que el sumiso o sumisa haya soportado la presencia del jengibre dentro de su cuerpo, podrás retirarlo.
Otra opción que el jengibre ofrece a los jugadores de BDSM que quieran introducir el figging entre sus prácticas sexuales es la de ser utilizado en la vagina. En ella y en el clítoris, el jengibre puede producir un muy alto nivel de excitación. La combinación de una doble utilización de la raíz de jengibre en el ano y en la vagina puede resultar explosiva.
El jengibre también puede utilizarse para frotar con él el glande. Esta modalidad de figging produce una inmediata sensación de quemazón que puede hacer las delicias de aquellos sumisos a los que les guste experimentar con las sensaciones físicas en sus juegos sadomasoquistas.
Una buena manera de intensificar el efecto de la raíz del jengibre en la práctica del figging es mantener el jengibre en la nevera durante un tiempo largo. El jengibre envejecido tiene un poder más intenso que el fresco.