dominante
Reacciones negativas y ansiedad del sumiso post Sumisión
Lo habéis pasado en grande durante una sesión. Has sido una gran ama y él un gran sumiso. Habéis disfrutado y él te ha reconocido que ha sido mil veces mejor que cualquier fantasía. ¿Por qué entonces esa especie de ansiedad, casi depresión, que se apodera de él al día siguiente?
Dominación erótica y juegos de rol en el BDSM, un juego de poder
La dominación erótica no está restringida a un dormitorio a una mazmorra diseñada para juegos BDSM. Puede ser que las parejas deseen jugar a juegos de rol en el exterior. El hacerlo añade un punto de aventura que puede venirle muy bien al juego.
Reacciones negativas y decepciones de los sumisos en su fantasía
Puede suceder tranquilamente que un hombre que siempre ha anhelado entregar su voluntad a una mujer dominante se tenga que enfrentar a emociones de carácter ambivalentes al día siguiente de que esa entrega se haya hecho realidad. Quizás lo que esperaba maravilloso ha resultado decepcionante. O quizás está decepcionado consigo mismo porque, a la hora de la verdad, ha soportado menos dolor del que se había imaginado que podía soportar.
Lenguaje erótico, decir guarradas en las relaciones de sexo
Un socio dominante puede utilizar el lenguaje soez para indicar a la parte sumisa lo que debe realizar y para informar de lo que realizará él mismo a continuación. Más degradante o sucio que las palabras en sí pueden resultar los juegos de rol que se realicen, la humillación implícita que lleve lo realizado o el nivel de violencia que pueda existir en las acciones del acto que se está desarrollando.
Equilibrio entre fantasía y realidad. Cambios de personalidad
Cualquier cambio en una relación requiere un período de adaptación, máxime si dicho cambio es debido a la introducción de nuevas fantasías sexuales en el seno de la misma. Para adaptarse a esos cambios, evitar los peligros y saborear los beneficios de un régimen de relación en el que domine lo femenino, hay que tener en cuenta diversos factores de los que iremos hablando a continuación.
Jugando con la temperatura y juguetes de vidrio en el BDSM
Otra manera de hacer participar a la temperatura en los juegos eróticos es servirse de los juguetes sexuales de vidrio. Estos están hechos comúnmente con un tipo de cristal que es capaz de mantener tanto el frío como el calor, son hipo-alergénicos y muy higiénicos, puesto que pueden limpiarse y esterilizarse de manera muy sencilla.
Vampirismo: Mordeduras y arañazos en la práctica del BDSM
¿Por qué se acostumbra a asociar vampirismo y sexualidad? ¿Por qué se suele dibujar a las vampiresas como a personajes muy sexys? Vienen de la noche, visten de negro, muerden a los que desean… ¿No bastan esas explicaciones? Vampiros y vampiresas, guiados por la llamarada del deseo, buscan el elixir de vida en el cuerpo de los demás. ¿No es eso sensual?
Instrumentos de flagelación, abrazaderas de pezón y otros juguetes
Mientras que juguetes como las palas están diseñadas especialmente para golpear las nalgas, los látigos y los bastones pueden servir para golpear otras partes del cuerpo. Los látigos de piel son mucho más suaves que los de goma, aunque muchos jugadores expertos prefieran éstos últimos al sentir con ellos un picor mayor y un mayor calor tras el azote. Los látigos de borlas, por su parte, son también muy apreciados al ofrecer una mayor gama de estimulación.
Perder los sentidos con el Bondage, suspensión y azote erótico
Las nalgadas, esos cachetes en las nalgas, es una práctica común que combina el dolor y el placer, sadismo y masoquismo. El dominante puede golpear al sumiso de muchas maneras, obligándole a adoptar muchas posturas. Sea cual sea la que se utilice (sobre las rodillas, doblado sobre un mueble, a cuatro patas, de pie…), la acción de dar un cachete en el culo siempre simboliza un cierto dominio y explotación sexual.
Sexo suspendido en la práctica del Bondage
La suspensión por Bondage es una forma de BDSM en la que el dominante cuelga al sumiso de algún tipo de dispositivo o sistema de suspensión para, a continuación, realizar algún tipo de juego o de acto sexual en el que el cuerpo del sumiso juega un papel pasivo pero fundamental.