Fotografía fetichista
Si no hace muchos hablamos en nuestra web de Yoki Muku o de Hikari Kesho como de unos de los artistas que, desde el mundo de la ilustración y de la fotografía, respectivamente, habían centrado sus esfuerzos artísticos en plasmar una imagen elegante y sensual de las prácticas shibari, ahora ha llegado el momento de tratar sobre la obra fotográfica de un fotógrafo caribeño/londinense que ha dedicado una parte especial de su obra a plasmar uno de los fetichismos quizás más particulares y, al mismo tiempo, más llamativos de entre la amplia gama de fetichismos que podemos encontrar.
Estamos hablando de Alva Bernadine y de la fornifilia, esto es, de un tipo de fetichismo visualmente muy potente, al que ya dedicamos un artículo en este espacio y que consiste en convertir a una persona en un mueble. Alva Bernardine, al convertir la forniphilia en parte fundamental de su obra fotográfica, ha seguido la línea que, en cierto modo, inaugurara en el campo de la fotografía el artista pop británico Allen Jones. Jones creó en 1969 una serie de esculturas eróticas que, bajo el nombre de Chair, Table y Hat Stand (silla, mesa y perchero), representaban a mujeres que cumplían las funciones de dichas piezas de mobiliario.
Fetichismo surrealista
Alva Bernadine, nacido en Grenada, en el mar Caribe, llegó a Londres con 6 años. Su autodidactismo no ha sido una traba para llegar a colaborar con publicaciones del prestigio y la fama de Vogue, GQ, Elle o Sunday Times. Más allá de estas colaboraciones, Alva Bernadine ha desarrollado una tarea artística que le ha permitido obtener diversos premios (el de fotógrafo erótico del año, entre ellos) y que lo ha convertido en uno de los nombres imprescindibles de la fotografía erótica internacional. Alva Bernadine ha fotografiado escenas fetish y prácticas de dominación y sumisión y de sexo sadomasoquista en el que interviene cierto grado de violencia.
La fotografía fetichista de Alva Bernadine tiene un toque muy personal. En ella se observa un aire surrealista profundamente marcado. Ese aire surrealista viene reforzado, además, por el uso de unos colores extraordinariamente saturados y por la distorsión que, en numerosos casos, sufre el cuerpo fotografiado. En las fotografías eróticas de Alva Bernadine lo habitual es contemplar cuerpos de mujer que se alejan del estándar de belleza o del atractivo de las modelos profesionales.
La web de Alva Bernadine es un catálogo maravilloso de hasta dónde puede llegar la creatividad de un autor como él. En ella pueden contemplarse las diferentes series que componen su obra. En todas sus series brilla poderosamente su fantasía y su modo de enfocar la fotografía erótica. Alva Bernadine ha resumido su manera de trabajar con la siguiente frase: “tomo la teatralidad del surrealismo, la elegancia de la fotografía clásica de alta costura, la narrativa del reportaje y los refinamientos de la fotografía publicitaria y los mezclo en un cóctel Bernadinian, una síntesis de fotografía radical”.
Más allá del autobombo que el propio Alva Bernadine quiera darse como fotógrafo erótico, lo cierto es que su fotografía fetichista y erótica no deja indiferente a nadie. Aquí vamos a exponer algunas de las imágenes que Alva Bernadine ha incluido en su portfolio dedicado a la forniphilia.