La naturaleza del moratón
No vamos a engañarnos al respecto. La práctica de los juegos BDSM acostumbra a dejar algún tipo de huella aunque esa huella sea un simple moratón. En esta sección dedicamos hace ya algún tiempo un artículo a proporcionar algunos consejos destinados a evitar que la práctica del spanking produjera la aparición de hematomas en el cuerpo.
Pese a seguir al pie de la letra dichos consejos no puede garantizarse que dichos hematomas acaben apareciendo. En ocasiones, dichos moratones no dependen tanto de la intensidad de los golpes como de la facilidad sanguínea de la persona golpeada para coagular o no. No hace falta decir que aquellas personas que sufran algún tipo de enfermedad que afecte a su coagulación sanguínea (hemofilia, enfermedad de von Willebrand, trastornos hereditarios de la función plaquetaria…) deberían evitar el practicar cualquier tipo de actividad erótica que implique la práctica de latigazos, golpes, etc.
En cualquier caso, los moratones o hematomas pueden aparecer en cualquier practicante de juegos BDSM y aunque en muchos casos estas personas experimentan la aparición de dichos moratones con una especie de orgullo de clase, lo habitual es querer reducir su aparatosidad para, de ese modo, evitar preguntas incómodas o miradas inquisitivas.
Métodos para tratar los hematomas
Veamos en este post algunos métodos para tratar los hematomas producidos por el juego BDSM.
Lo primero que debemos saber para tratar un moratón es comprender el proceso que da lugar a su aparición. El moratón aparece porque se rompen algunos pequeños vasos sanguíneos. Esta ruptura de los vasos sanguíneos puede ir acompañada de dolor, inflamación y decoloración de la piel. Inmediatamente después del golpe la zona se pone colorada y se vuelve más sensible al tacto. Tras esa coloración rojiza, el hematoma va cambiando de color hasta que la piel recupera su color normal. Del rojo pasa al azulado y de éste al amarillo-verdoso.
¿Qué se debe hacer tras la aparición de un hematoma? Si se quiere tratar un moratón, lo más recomendable es aplicar hielo en la zona (nunca directamente, ya que podría producirnos alguna quemadrua) durante 15 minutos cada hora. El hielo, al contraer los vasos sanguíneos, ayuda a reducir la inflamación, disminuye el dolor y evita que pueda aparecer o crecer el moratón.
Pero ésta, pese a ser la más habitual, no es la única medida natural que podemos utilizar para tratar un hematoma. Veamos algunas otras:
- Aloe vera. El aloe vera, y gracias a su alto contenido en alcíbar, una sustancia con propiedades antiinflamatorias, ofrece varias posibilidades de uso a la hora de tratar hematomas. Una de ellas consiste en colocarlo congelado sobre el moretón. Otra se basa en la colocación de un poco de pulpa sobre la zona dañada y en el masajeo suave de la misma tres veces al día.
- Árnica. El árnica es un analgésico natural. Aplicado como ungüento varias veces al día, el árnica es uno de los remedios más tradicionales a la hora de tratar los hematomas y reducir el dolor y la inflamación de los mismos.
- Perejil. Las hojas de perejil fresco, machacadas y aplicadas durante cinco minutos sobre el golpe y cuatro veces al día ayudarán a que el moratón desaparezca con mayor rapidez gracias a las propiedades antiinflamatorias y anestésicas de esta hierba.
- Ajo. El ajo tiene propiedades antioxidantes, lo que lo convierte en una ayuda ideal a la hora de regenerar los tejidos. Para tratar los moratones debe aplicarse en forma de jugo. El ajo, comido crudo, también puede servir para reducir el dolor, ya que estimula la circulación de la sangre.
- Cebolla. La cebolla tiene una sustancia que nos hace llorar. Dicha sustancia recibe el nombre de alinasa. La alinasa sirve también para estimular la circulación sanguínea y, estimulando la circulación sanguínea, se evita en buena medida la aparición de hematomas. Aplicar una rodaja de cebolla sobre la zona golpeada puede servir para evitar que un moratón aparezca. Si el moratón ha aparecido, la aplicación de la rodaja de cebolla servirá para acelerar el proceso de su desaparición.
- Vinagre de manzana. El vinagre de manzana también sirve para estimular la circulación sanguínea. Empapando un paño o una gasa con vinagre de manzana y masajeando la zona afectada durante algunos minutos y tres veces al día nos permitirá tratar los moratones aparecidos tras una práctica BDSM.
- Patata. De entre las sustancias presentes en la patata hay una que ayuda a mantener las células sanas. Esa sustancia es la catalasa. Medio tubérculo aplicado sobre un golpe servirá para reducir el dolor y la inflamación. Para ello, hay que aplicarlo durante al menos cinco minutos y repitiendo tres o cuatro veces al día.
- Sal. La sal tiene una propiedad muy interesante a la hora de tratar los moratones: absorbe el líquido intracelular. Esto, lógicamente, ayuda a reducir la inflamación y a reducir el dolor. Para utilizar la sal a la hora de tratar los moratones hay que poner una capa sobre él y dejarla actuar durante algunos minutos.
Más allá de estos métodos naturales para tratar los hematomas se puede optar por la utilización de algún tipo de pomada tipo Thrombocid. El pentosano polisulfato sódico es el principio activo de esta pomada y es, de entre sus componentes, el llamado a cumplir la función de mejorar la circulación sanguínea de los capilares sanguíneos.
Las pomadas, al igual que los remedios naturales para tratar hematomas, no deben ser nunca aplicadas sobre un hematoma en el que pueda distinguirse una herida abierta.