Gags y BDSM
La mordaza o gag es un instrumento que, colocado en la boca, impide la pronunciación de palabras o su clara articulación por parte del sumiso. Es un instrumento que, en el BDSM, es de aplicación común. Saberlo utilizar y conocer los riesgos que acarrea su uso es imprescindible para obtener los mejores resultados de él.
Como mordaza pueden emplearse muchos tipos de instrumentos en el juego BDSM, desde un simple pañuelo en la boca a una tira de cinta americana o de otro tipo de material adhesivo, desde un bocado de metal (como los de los caballos) a las arañas o anillos (especies de mordaza que mantienen la boca abierta), desde los arneses con embudo o dildo incorporado a las que constan de algún tipo de bola que debe introducirse en la boca, entre los dientes; desde los protectores bucales propios de algunos deportes a las máscaras que cubren completamente la boca; desde la mordaza de cuero a los arneses de boca. Incluso la mano puede servir como mordaza en el juego BDSM.
Las mordazas duras suelen estar hechas de plástico y disponen de una correa alrededor de la cabeza que sirve para mantener emplazada la boquilla, que acostumbra a disponer de una bola que es la que se coloca en la boca del sumiso. Esta bola puede sustituirse, perfectamente, por un aparato de plástico con forma de pene. Estos dispositivos pueden encontrarse en sex shops y en tiendas on line de productos eróticos. Para un sumiso con autoestima de macho, el gag de pene resulta especialmente humillante.
La mordaza pueder servir también para jugar con el sumiso como si se tratara de un caballo. Para hacerlo es imprescindible asegurarse de que, por mucho que se salive, esa saliva pueda ser digerida.
El instrumento elegido para cumplir su función de mordaza puede ser más o menos glamuroso pero debe conseguir algunos de los resultados siguientes:
- Silenciar o, cuanto menos, hacer más débiles los quejidos o gemidos de la parte sumisa.
- Mantener la boca abierta del sumiso (cuando se utilizan las mordazas con embudo, las bolas o las mordazas de anillo y araña).
- Provocar la salivación del sumiso, que se hace especialmente abundante cuando se usan como mordaza las mordazas de anillo y araña o la bola.
- Dificultar la respiración.
- Realizar un juego de rol o fetichismo en el que el sumiso actúa como un pony cuando se usa un bocado como mordaza.
El uso de estos instrumentos acostumbra a tener un efecto de humillación sobre el sumiso, que se ve condenado a no poder controlar su salivación, a no poder exponer sus quejas o a ser tratado como un pony de paseo. La mordaza resulta muy efectiva como instrumento de juego BDSM, sobre todo cuando se combina con otro tipo de restricciones físicas. Por eso son tantas las personas que incluyen su utilización en sus juegos eróticos más duros e intensos.
Riesgos derivados del uso de mordazas
Quien se decide a introducir la mordaza en sus juegos BDSM debe tener siempre en cuenta la existencia de una serie de riesgos derivados de su uso. El hecho de que genere una salivación excesiva, por ejemplo, puede generar náuseas. Si las náuseas aparecen, debe dejar de usarse el gag, tanto si el sumiso ha empleado el safeword como si no.
Otro de los riesgos evidentes es el de la asfixia del sumiso. La introducción en la boca de pañuelos, bragas (usadas o no) u otras prendas de lencería (calcetines, medias, etc.) puede taponar la garganta. Para evitar esto lo mejor es, lógicamente, no introducir demasiado la prenda dentro de la boca del sumiso o sumisa y, por supuesto, mantener despejadas las vías nasales.
El riesgo de asfixia está también presente cuando, debido a tener el sumiso la boca llena de un material que le impide respirar con normalidad, se produce un reflujo del vómito que puede ocasionarle la asfixia. Lógicamente, en ningún momento debe emplearse una mordaza que tapone a un tiempo la nariz y la boca.
Las irritaciones o alergias derivadas del uso de ciertas cintas adhesivas para tapar la boca o la luxación de la mandíbula pueden ser otros de los efectos secundarios negativos ocasionados por el uso de determinados tipos de mordazas en los juegos BDSM. Para evitar una hipotética luxación mandibular es importante evitar movimientos bruscos de la mandíbula mientras se juega.
El establecimiento de un safeword gestual claro debe servir para que el sumiso pueda expresar su voluntad de ralentizar o poner fin al juego y para que el dominante acate dicha voluntad de inmediato. Preguntar a menudo durante la práctica es fundamental para evitar llegar a ese punto en el que el uso del safeword se haga inevitable.