Fetiches y sexo
Puedes alimentar tu fantasía incorporando un elemento de tu fetiche directamente en una experiencia real. Con un poco de creatividad e improvisación por tu parte puedes conseguir que tus masturbaciones sean más intensas y placenteras.
No pienses que vas a sentirte estúpido por incorporar según qué elementos. Lo que hagas lo harás sólo para ti mismo. No te juzgues severamente. No cortes de antemano tus posibilidades de goce. Quizás el simple gesto de meterte en la boca unas bragas de mujer mientras te masturbas hace que tu paja sea más gratificante y placentera. Te recomendamos comprarte un espejo lo suficientemente grande como para contemplarte mientras juegas. El espejo te demostrará lo malo y sucio que puedes ser y eso, quién sabe, te puede servir de acicate y estímulo, puede hacer subir tu excitación.
Los juguetes sexuales en la práctica del fetichismo
Para muchas personas, su fetiche es su juguete sexual. El hecho de que, de algún modo, el fetiche esté ahí, sirve a esas personas para que su excitación suba de nivel. Un ejemplo: tal vez el fetichista tiene la fantasía de ser un caballo que se cría con sementales. ¿Qué problema hay en comprar un consolador del tamaño adecuado para jugar con él mientras se está vestido con los arreos de una caballería.
Consoladores, vibradores y dispositivos masculinos de masturbación de todas las formas y tamaños pueden añadir un toque agradable a cualquier fantasía fetiche. Debido a la naturaleza particularmente morbosa de muchos dispositivos masculinos, los juguetes de silicona con apariencia realista, por ejemplo, pueden servir para aquellos que gustan de la necrofilia o de otros fetichismos del estilo.
Consejos para conseguir un mayor placer
Hablando de cosas obvias, vamos a darte un consejo que no debes olvidar nunca. No introduzcas nada en tu ano si no tiene un extremo acampanado y está hecho y diseñado especialmente para meterse en el culo. Hay más de una empresa de fabricación de juguetes sexuales por ahí que roza las condiciones de seguridad. Compra siempre de alguna marca que te dé fiabilidad. No hay necesidad de viajar al hospital para que te saquen algo del culo sólo porque no has tomado las precauciones oportunas cuando estabas disfrutando de tu cuerpo. Lo mismo sucede con cualquier otro objeto. El ano se convulsiona y se contrae por sí mismo como si fuera una planta caníbal que intentara devorar todo lo que se posa en su boca.
Usa siempre tu sentido común y no sacrifiques en ningún momento la seguridad por un orgasmo o una oportunidad de placer por no ser precavido. El fetiche de atarse es caliente y sexy, pero ha habido personas que, atándose a sí mismas, se han hecho daño y han sido incapaces de liberarse. También lo ha pasado mal más de una persona que, amarrándose los testículos, los apretó demasiado e hirió, con graves consecuencias médicas para su salud.
No haría falta mencionar aquí el pequeño pero significativo número de muertes de personas que se han atado el cuello durante la masturbación. Incluso personajes famosos han muerto así. Pero es nuestra obligación recordarlo. Ponerse uno mismo, estando solos, esposas, cuerdas, pañuelos de seda o restricciones de cualquier otro tipo no es en absoluto recomendable. Hay riesgos verdaderos de asfixia. Por eso es extremadamente peligroso intentar estos juegos cuando se está solo.
Lo mismo sucede con los dispositivos eléctricos. Éstos tienen mucho margen de error, por lo que sólo deberían ser utilizados por aquellos que tengan mucha experiencia con la electricidad o, en su defecto, hayan aprendido convenientemente de un buen maestro.
Vendarse los ojos puede estar bien y resultar excitante, siempre y cuando estés seguro de que nadie va a descubrirte y de que vas a saber moverte (si eso te excita) por un espacio conocido.
Precauciones a tomar en cuenta en el fetichismo
Utiliza la inteligencia cuando juegas con la asfixia, el Bondage, la electricidad, la momificación, el dolor o cualquier juguete diseñado para provocar sensaciones explosivas. Las pinzas pequeñas y los clips de oficina pueden utilizarse con seguridad para intensificar las sensaciones de pellizco, aunque recuerda que siempre duele más al quitarlos. Estos juguetes de los que venimos hablándote pueden comprarse en múltiples lugares. Eso sí: siempre debes tener en cuenta, al comprarlo, que deberás probarlos primero en la suave carne de tu brazo. Siempre es mejor dañarse el brazo que el pene, y estos utensilios pueden, por mala fabricación o por mal uso, hacer más daño del que a simple vista parece.
Ten cuidado con los clips con los dientes de cocodrilo, que pueden perforar la piel. Ten cuidado también con las abrazaderas si las colocas en las partes carnosas del cuerpo, senos, pezones, el estómago, los muslos, los labios, la piel del pene y los testículos, incluso los labios y las orejas.