Al estilo “Eyes Wide Shut”
75 mil dólares al año. Eso es lo que cuesta la inscripción en un club muy especial. El club se llama Snctm y es un club erótico privado. ¿Su sede? Ninguna en particular. Lo socios de Snctm se reúnen en mansiones lujosas cuya ubicación es comunicada mensualmente a los socios de este exclusivísimo club del que forman parte desde estrellas de Hollywood a jóvenes magnates de Silicon Valley pasando por tiburones de Wall Street.
Quienes hayan visto Eyes Wide Shut, la película de Stanley Kubrick protagonizada por Tom Cruise y Nicole Kidman, pueden imaginar aproximadamente de lo que hablamos. Quienes hayan visto esta sugerente película no olvidarán fácilmente el lujoso ambiente en que se producen encuentros orgiásticos entre participantes que, vestidos con máscara y toga con capucha, acuden a dar rienda suelta a sus fantasías. Algo parecido a eso puede ser Snctm.
Quizás Damon Lawner, fundador de este exclusivo club erótico, tuvo en la memoria las escenas de Eyes Wide Shut cuando decidió dar forma a Snctm. O quizás Lawner se inspiró en el ejemplo legado por lo que nos ha llegado de las antiguas bacanales romanas para crear este club al que ha dado nombre a partir de la palabra latina “sanctum” (santuario).
Damon Lawner es un empresario de 45 años que consiguió prestigio como organizador de eventos de alto nivel en Bali. Esa experiencia ha sido la que le ha dado el bagaje necesario para impulsar Snctm. La idea brotó en 2013 y, desde entonces, el objetivo principal de Damon Lawner ha sido, según palabras propias, “erotizar a la raza humana” mediante un proceso en el que el autodescubrimiento desempeña un rol fundamental.
Autodescubrirse eróticamente hablando cuesta un promedio de unos 2.000 dólares por evento (1.500 si el hombre acude al evento acompañado por una mujer). Los eventos organizados por Damon Lawner suelen celebrarse en Los Ángeles, Nueva York y Cannes y a ellos sólo acuden las mujeres más bellas que puedan encontrarse en cualquier rincón del planeta.
Ley del consentimiento
En estos eventos las normas de comportamiento son muy estrictas y la ley que impera es la del consentimiento mutuo. Como en un club swinger, nadie hará nada que no quiera hacer y nadie podrá forzar a nadie a hacer algo que no se desea. La ley del consentimiento mutuo debe seguirse a rajatabla y debe servir para marcar las reglas de un juego que podría volverse puro descontrol tras la alianza siempre arriesgada entre una copa de más y un deseo desatado. Quien desobedece la norma del consentimiento mutuo o se comporta de un modo no adecuado no sólo se arriesga a ser expulsado del evento. También puede ser expulsado del club, perdiendo así la membresía de Snctm de por vida.
Todos los eventos se desarrollan de un modo similar. Actrices, jóvenes profesionales y modelos desfilan vestidas con elegantísimas y elaboradas prendas de lencería ante los miembros del club que, vestidos de rigurosa etiqueta y con unas máscaras que están inspiradas en el mundo animal, las ven desfilar. Las mujeres llevan carteles que incitan e invitan a la interacción. ¿Qué tipo de carteles? Muy claros. Algunos dicen “cómeme”. Otros, “tócame”.
En los eventos de Snctm suelen ser habituales las prácticas Bondage y el uso de juguetes sexuales. Ello permite a los participantes en los eventos de este exclusivo club erótico privado explorar su propia sexualidad más allá de la práctica del sexo convencional o vainilla.
La membresía anual cuesta 75.000 dólares y permite el acceso a todos los eventos. Uno de los símbolos utilizados en Snctm es un colgante con un león que permite el acceso a las habitaciones privadas de aquellos lugares en los que se celebran los eventos. Para formar parte de este selecto club erótico secreto hay que realizar un juramento de sangre y debe firmar un documento de compromiso con el club.
Protocolo de asistencia
Para acceder a los eventos, además, deben cumplirse unas estrictas normas de protocolo. La forma de ir vestido viene determinada por unas normas que obligan al hombre a acudir vestidos con smoking tradicional y corbata de moño y máscara. Esta debe ser utilizada hasta entrar en el lugar en que se celebre el evento. Una vez dentro, el caballero en cuestión decidirá si la mantiene colocada o si, por el contrario, se la quita. Las mujeres deben vestir un vestido de gala o alguna prenda de lencería exclusiva de firmas como Agent Provocateur o La Perla.
Las mujeres, por su parte, no deben pagar por acudir a las fiestas de Snctm. Basta con que avisen por anticipado de su asistencia y con que envíen una foto de cuerpo completo que debe ser validada por los organizadores del evento.
No hace falta decir que nadie puede hacer una fotografía durante el desarrollo de estos exclusivos y secretísimos eventos. Quien sea sorprendido realizando una fotografía será expulsado del evento, perderá la membresía y, con ella, cualquier derecho a reclamar el reembolso de lo que haya pagado por participar en la fiesta.
¿Y qué papel interpreta Damon Lawner en estas fiestas? La de un simple voyeur. Su misión, al igual que la de su equipo, es crear un espacio y un ambiente que sirva a los miembros de Snctm para explorar sus propias fantasías. El fetichismo, el BDSM, el Bondage, el sexo en grupo, etc. ocupan un espacio muy importante en dichas fantasías.